Hay lugares que parecen sacados directamente de un cuento. Uno cuyos paisajes parecen haber sido moldeados lentamente por el viento y cincelados pacientemente por el océano. Jandía, localizada en el extremo sur de Fuerteventura, es uno de ellos.
Este salvaje enclave te llevará por un sendero de bienestar y conexión con la naturaleza que no pensabas que podrías llegar a alcanzar: playas infinitas bañadas por aguas turquesas, arenas claras que se deslizan suavemente entre los dedos y un horizonte que parece no terminar nunca.
Aquí, descubrirás senderos donde el silencio reina, navegarás por mares que guardan historias centenarias y disfrutarás de una gastronomía local capaz de concederte tus mayores deseos culinarios.
Si quieres hacer un viaje que te lleve directamente al corazón de Jandía, ese lugar cargado de leyendas sobre sal y lava, y deseas hacerlo en un sitio que te ofrezca ocio y diversión, una gastronomía exquisita, jardines tropicales y piscinas, estás en el hotel adecuado: el IFA Altamarena by Lopesan Hotels.
En IFA Villas Altamarena, el océano Atlántico te mira directamente a los ojos para decirte que reservar con nosotros es la mejor decisión que hayas podido tomar. Villas de estilo colonial canario se funden con la playa de Jandía en un único espacio donde los límites entre la naturaleza y tú dejan de existir.
Jandía no es solo sus kilómetros de playas de sobrada belleza, donde el turquesa y el color perla se funden en un espectáculo natural impresionante, ni su gastronomía exquisita, rebosante de matices isleños y con mucho carácter. No es solo paisajes desérticos de origen volcánico ni una flora y fauna particular y única en el mundo.
Es mucho más que un universo que aúna deporte con placer, diversión con relax y vida con bienestar. No es solo eso, también eres tú. Una vez que nos visites, formarás parte de este pequeño rincón idílico. Un lugar que se quedará anclado en tu alma para siempre.
Una localidad autóctona cuyas raíces isleñas se encuentran muy afianzadas, dotándola de ese carácter genuino y familiar que solo un coqueto pueblo pesquero de Fuerteventura puede ofrecerte: Morro Jable. Un lugar donde pasear, comer y brindar, y sobre el que descansa Jandía, un mundo donde los vientos y las aguas atlánticas favorecen la realización de infinidad de deportes acuáticos que terminarán como se debe: con un precioso e impactante atardecer sobre el mar.
Gastronomía autóctona e internacional
Hoteles todo incluido Jandía | Fuerteventura
¡Siéntate a la mesa!
Si buscas descubrir el alma más auténtica de Fuerteventura, no tienes más que sentarte a su mesa. Sabores que cuentan miles de historias sobre marineros, agricultores y artesanos; matices que saben a sal, viento y sol, aderezados con lo mejor de la cocina internacional, para que, cuando se trate de comer, seas tú quien tenga siempre la última palabra.
Aquí, los pescados frescos, las papas arrugadas con mojo y los quesos artesanales majoreros son el fiel reflejo de una tradición culinaria sencilla y profunda que, sin lugar a dudas, no te dejará indiferente.
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¿No sabes qué hacer en Jandía?
Ante la duda, visita nuestro blog
Sí, lo sabemos, hay tantas cosas que hacer en Jandía que quizás la idea de buscar algún plan para cuando nos visites te resulte una tarea un poco abrumadora. No hay problema, ¡pásate por nuestro blog! Allí descubrirás un sinfín de curiosidades, planes, actividades y consejos.
¿Conoces la casa Winter y su misteriosa historia? (Prueba de tres líneas)
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modificado hace 1 año
En el corazón de la isla de Fuerteventura se encuentra uno de
los grandes enigmas de la historia re ciente que aún no ha sido resuelto. Esto ha despertado el interés
de cada vez más personas por descubrir los secretos que esconde la
Casa de los Winter, situada en el solitario paraje natural de Jandía,
cerca de la playa del Cofete, por lo que también se la conoce como «el
chalet de Cofete».
Pero, ¿qué hace la Casa Winter en medio de la nada? ¿Quién la
mandó construir y por qué? Estas incógnitas han generado numerosas
leyendas y especulaciones, aunque en este caso nos basaremos
únicamente en pruebas documentales y dejaremos de lado las teorías ocultistas.
La construcción de la Casa Winter, situada en un remoto rincón de
difícil acceso, se inició en 1946. Tradicionalmente, llegar a
ella requería muchas horas de caminata o viajar en camello. Aunque en
la actualidad existe una carretera, las condiciones del trayecto no la
hacen fácil de alcanzar. La Casa Winter se encuentra en Cofete, en una
explanada entre montañas y una extensa playa, lo que ha generado
interrogantes sobre las razones detrás de su construcción y las
características singulares que la hacen destacar a ojos de los historiadores.
A pesar del paso del tiempo, la mansión ha conservado su lujoso
esplendor. Construida en piedra y hormigón, cuenta con una
imponente torre a la derecha, con ventanales que ofrecen una
vista panorámica del horizonte de Fuerteventura. El interior de la
casa es igualmente espectacular, con dos plantas que albergan
estancias exclusivas como comedores con chimeneas, habitaciones y
otros espacios de función incierta. Todas las habitaciones están
dispuestas alrededor de un patio interior y balcones con vistas
privilegiadas. Incluso se conservan detalles originales de la
decoración, como un cocodrilo tallado en madera.
La construcción de la Casa Winter comenzó en octubre de 1946 bajo
la supervisión del ingeniero alemán Gustav Winter. Los dos
primeros años fueron intensos, pero después la obra se fue
ralentizando y en 1954 no hay constancia clara de si se llegó a
finalizar. El hecho de que Gustav Winter viviera en Madrid mientras se
construía su casa de verano y recibiera informes semanales detallados
con fotografías ha permitido llevar un registro minucioso de su
progreso, piedra por piedra.
Esta correspondencia entre el propietario, el ingeniero y el
equipo de trabajo ha sido una valiosa fuente de información,
incluyendo detalles sobre el presupuesto, la evolución de la obra y
el personal contratado. Sin embargo, no se tiene una clara
comprensión de la intención detrás de la construcción de esta
edificación tan apartada de todo, lo que ha dado lugar a numerosas
teorías y leyendas complicadas
La historia de la Villa Winter
La historia de la Villa Winter es variada, pero la versión
oficial sostiene que Gustav Winter mandó construir esta edificación
para disfrutar de sus veranos en Fuerteventura, lejos del bullicio
de su vida cotidiana. La existencia de grutas naturales debajo de la
casa de los Winter y el hecho de que Gustav Winter fuera de origen
alemán en pleno contexto de la Segunda Guerra Mundial ha alimentado
la imaginación de los curiosos. Esto se vio amplificado cuando se
supo que la familia nunca llegó a disfrutar de esta residencia de
verano, a pesar de la enorme inversión realizada y las ilusiones depositadas.
Curiosamente, los primeros ocupantes de la casa Winter no fueron
sus propios dueños, sino los trabajadores que la estaban construyendo.
Debido a su difícil acceso, los empleados ocuparon las habitaciones
del sótano y luego las habitaciones principales durante los años que
duraron las obras. A partir de 1951, se construyó una carretera que
permitió que Gustav Winter visitara la casa y pasara varios días
viendo los avances en persona. Estaba tan emocionado que dejó
constancia escrita de cómo mostró la casa, aún sin terminar, a
personalidades de la época y autoridades locales.
La idea de Gustav Winter era promover Jandía como un destino
turístico entre sus compatriotas, por lo que al regresar a Berlín en
1958 intentó arrendarla, pero no lo consiguió. La casa continuó vacía,
con algunas excepciones de amigos que la alquilaban por unos días. Sin
embargo, esto no fue suficiente y surgieron problemas económicos, lo
que llevó a vender gran parte de la propiedad de Dehesa de Jandía y
luego dividir la finca en cuatro partes, que pasaron a manos del Sr.
Myhill, las hijas de Manuel Girona y las otras dos partes para Winter
y su esposa, Isabel Althaus.
En 1965, con 72 años, Gustav decidió vender su parte para comprar
una pequeña casa en Las Palmas de Gran Canaria y disfrutar de su vida.
Sin embargo, también quiso asegurarse de que su preciada residencia
tuviera un futuro, por lo que se aseguró de que dejara de estar
abandonada y pagó a la familia Pérez Acosta para que la cuidara y
ocupara junto con sus hijos. Después de dos años y medio, la casa
volvió a quedar vacía.
Cómo llegar a Cofete y la Casa Winter
Tradicionalmente, era a pie y con ayuda de animales. Sin embargo,
a partir de 1951, se construyó el primer acceso por carretera, que
coincide con el trazado utilizado actualmente. Un inmejorable punto de
partida para realizar la visita a la Casa Winter puede ser desde el IFA
Altamarena Hotel, mediante la carretera Punta de Jandía que te
lleva directamente.
En definitiva, la Casa de los Winter supone un pedazo de
historia escondida en un recóndito paraje en mitad de la nada en
Fuerteventura. Pese a ello, sigue siendo visitado por curiosos y
turistas atraídos por sus leyendas, además de por su peculiaridad arquitectónica.